i-TITANIC

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Lamentablemente no estamos calificados para teorizar sobre la economía. Le hemos pedido a Adolfo Ruiz (hombre de talento economista y hombre sensible) que nos escriba un post (que aún no nos ha enviado) para que nosotros -y todos los vecinos del faubourg- comprendamos algo sobre lo que pasa en el mundo en estos tiempos de tormenta.

No es que no sepamos que si tenemos muchas deudas y pocos ingresos -o ninguno- la cosa se pone difícil y que lo más probable es que terminemos por sentarnos en el suelo con los últimos calzoncillos que nos quedaron en el cajón. Eso es tan sencillo de comprender, tan evidente, que todas las mañanas miles de millones de personas se despiertan con el único objetivo de que eso no les suceda, y van a trabajar.

Ahora bien, ¿qué es lo que no comprendemos? ¿Qué es lo que no nos entra en nuestra cabecita de soñadores en París, pero también en Praga, en Baires o en Pergamino o en donde sea?

Lo que no nos cuadra es: ¿cómo se llega a esta situación sin que se caigan cientos de torres más, con humo y polvaredas y muertos y todo lo peor del sufrimiento y la violencia humana? En el fondo creemos, sin ser terroristas ni violentos, ni siquiera pesimistas, que esto llegará de todas maneras, ¿pero cuándo?

Los bancos se caen, es verdad, pero pocas horas después, los mercados se recalientan nuevamente, hay un poco de sangre y los tiburones no han desaparecido. Hay restos apetitosos a precio de saldo. Y luego los mercados se vuelven a caer.

¿Alguien ha visto el iceberg? ¿Quién ha escuchado el ruido del acero contra el hielo? ¿Estamos todos en el mismo barco? ¿Cuántos puentes tiene?  ¿Hay un comandante a bordo?

Es casi gracioso decirlo así: la operación de salvataje consiste en « inyectar liquidez » en el mercado, enormes cantidades de liquidez, para evitar la crisis sistémica. El naufragio causado por un exceso de líquido en los compartimentos será evitado con más líquido. ¿Es una broma? O quizás es que Buster Keaton se apoderó de la FED.

Enfin, ya dijimos que no estamos calificados para teorizar sobre la economía…

Lo que nos sorprende (a menos que estemos completamente obstruídos) es que con tanto movimiento altermundialista, antimundialista, ecológico, anticapitalista, etc, etc… que tanto han vilipendiado el sistema, no escuchamos o leemos gran cosa a parte los commentarios de los analistas-visionarios que ven todo, pero después. La crisis nos ha cogido por sorpresa y casi que no lo podemos creer. Sentimos el temblor, pero los únicos que reaccionan son los bancos centrales y las autoridades financieras, es decir, los que han provocado en parte el terremoto.

Es verdad que casi no hay imágenes -las curvas de Wall Street, unas fotos de golden boys vestidos de Armani con unos cajones de cartón (qué pocas cosas tienen!) llendo a su casa. Hasta nos da un poco de pena. Pero no son -aún- las imágenes shockeantes de la muerte, del hambre o de la guerra.

Nos cuesta entender lo que está pasando. Si alguien tiene la justa, que lo diga por favor.

Mientras tanto -como en el dibujito de aqui arriba- como unos despreocupados adolescentes y gracias al perfecto confort de escucha de nuestro i-pod, pareciera que sólo atinamos a escuchar en formato mp3 el concierto ridículo y agonizante de una orquesta pomposa.

Después de ignorar el iceberg, ¿podremos ignorar el tsunami? Hum… Nos parece que la clave (no de la salida a éste problema pero la salida a algo nuevo) debe estar en nosotros, en cada uno de nosotros.

Refleccionemos, reaccionemos, elijamos, demos un saltito moral, no sigamos escuchando la orquesta del Titanic.

Ayer a la noche en nuestro suburbio parisino comenzaron a aparecer los primeros graffitis que hablan de la crisis. Algo es algo.

PS: Este post fué escrito entre el domingo 5 y el martes 7, durante ese lapso ciertos comentarios y reacciones han comenzado a aparecer, no todo está perdido…