CAPITALISMO ORGÁNICO

Décadas de ideología de la confusión nos dieron la magnífica oportunidad de creer que el capitalismo era un sistema. Utilizamos hasta el cansancio la falacia.

Nuestro mundo de avanzada tecnología, de expertos universales, no nos han preparado para lo que se venía. Ni el comandante Che Guevara, ni el subcomandante Marcos, ni Chávez (a menos que…)

Pero el Commandant Cousteau lo sabía perfectamente. El sí que estaba enterado. Su profundo conocimiento de las profundidades lo había puesto en la brecha de un descubrimiento fundamental: el capitalismo es un ORGANISMO, ¡está vivo!

Con su bonnet rouge y su Calypso, en algun océano perdido él lo encontró, lo estudió, lo fotografió, lo entrevistó. Con su voz nasal y sus « eg-rrres » a la francesa nos anunció la fantástica primicia en uno de sus reportajes surrealistas:

musiquita – (y voix-off con acento fgrancés)

« Estabámós con mi hijo Philippe en el moduló submagrrino de la Calypso, tgrratandó de filmagr pogr la pgrimegra vez en su ecosistémá al « pez-pijón » (procunciar peizzpigjeón), unicó espécimén de éstá espécié de las pgrofundidadés dotadó de ogrganós genitalés inmensós, más grandés que su pgropio cuegrrpó.

En un momentó de nuegstgra investigación, le dijé a Philippe que pgrendiegra la luz porgque no veiá una miegrda. Mi hijó me contestó que ya estabá pgrendidá. Y yo le dijé: – ¡Entoncés es que en vegrdad no veo una miegrda! Me quité los anteojós, y los tigrré al pisó del moduló submagrrino con mucha bgroncá. No sueló haceg muchas boludecés, pegro esa fué una ggrandé. Un instanté déspues, aún enojadó con mí mismó, me di cuentá de mi gravé egrrogrr…

La obscurídad habiá sidó pgrovocadá pogr algo inhabituál (y no egrra el pez-pijón! -procunciar peizzpigjeón), egrra algo aún más hogrrrrible… y  desconocidó pagra nosotrós.

Se tgratabá de un ogrganismó 50% végétal y 50% ánimal -o como quiera que seán los pourgcentajes-. Parecía heridó o enfergmó. Con el talkie-walkie tgraté de comunicagr con él, pegro lo unicó que lagrrgó fué un pédó estgruendosó y malolienté en medio de milliones de bugrbujas. Enseguida sentí que los dos estabamós en peliggrró…

Philippe se habiá desmayadó, ¡el muy maricón! y al caegr hizó pelotá la filmadogrra y nos jodió el grrepogrrtage. Así que ió soló pudó sacagr esta fotó con mi nouveau i-phone.

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musiquita de fin-

La enorme herencia (y el coraje) del Commandant nos habían puesto en guardia.

El capitalismo, que ya ha mutado en neocapitalismo es entonces un ORGANISMO, ¡está vivo y está hambriento!

Humanos: la única manera de salvarlo es darle de comer!

Es el único espécimen y, como todos nosotros (enfin, todos-todos parece que no) tiene derecho a la VIDA.

Las más altas autoridades político-monetarias-y-financieras ya se han puesto a ayudar, y por primera vez al unísono.

Billones de dólares y euros y chuans y yens para salvar al frágil organismo viviente amenazado de desaparición. Cientos de bio-economistas del mundo entero trabajan sin descanso para una pronta recuperación. Este ejemplo de colaboración humanitaria (es una forma de hablar pero ya dice mucho) quedará grabada en la Historia.

Por el momento el paciente se porta bastante bien, come mucho y no parece cansarse, su sistema digestivo-especulativo vuelve a funcionar casi con normalidad. Su bolsa gástrica de valores en París ya ha recuperado las fuerzas perdidas desde el 1° de enero de 2009.

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¡Ciudadanos del mundo, gente de bien, ladrones, banqueros, artistas, unamos nuestros esfuerzos para salvarlo! Enviemos galletitas, plata, dulce de leche o simplemente una tarjeta postal para levantarle el ánimo.*

Porque como nos dijo Cousteau: « Esós bichitós son muy sensíbles, cualquiegr gesto de amorg los hace felicés. Sobgre todo durante el períodó de acoplamientó.

*Si no saben adónde enviar las galletitas, la plata, el dulce de leche o la tarjeta postal, mándenlos a Faubourg Buenos Aires que transmitirá.